Bustarviejo alternativo

Bienvenidos al sitio web de Bustarviejo alternativo

sábado, 30 de octubre de 2010

Marcelino

Que tristeza... se nos siguen muriendo las buenas gentes... el pasado 19 de septiembre fue José Antonio Labordeta, el aragonés inquebrantable capaz, desde la más rotunda de las honestidades de mandar a la mierda, desde la tribuna del Congreso de los Diputados, a quienes durante su existencia habían intentado, sin conseguirlo, tenerle a él y al resto del país, amordazado.


Me vais a permitir que, en esta ocasión, me refiera a Marcelino Camacho que ha fallecido en la madrugada del 29 de octubre.

La vida de este soriano, hijo de ferroviario, trascurrió entre campos de concentración y cárceles, en concreto, en la de Carabanchel pasó nueve años de su vida. Algunos y algunas tuvimos la suerte de conocer, algo, a este luchador inquebrantable. Coincidimos con él en actos y mítines, algunos de ellos reducidos, cuando no había marketing y cuando se estaba más atento de qué se decía que de cuándo llegaban las cámaras de televisión para empezar a agitar como posesos las banderas con el capullo y las rosas o con las gaviotas, al fin y al cabo da lo mismo la bandera que agiten si las políticas que hacen los jefes de quienes las agiten son, por desgracia, las mismas.

Ayer, viendo las imágenes de televisión sentí vergüenza ajena, será porque no entiendo muy bien eso de lo "políticamente correcto" y se me venía a la mente una pregunta ¿que pensaría Marcelino si viese a toda esta panda ante su féretro? Por allí pasaron muchos de los que hoy con sus rosas y sus capullos están aplicando las políticas más neoliberales y capitalistas que ha conocido esta democracia, también pasaron alguno de los de las gaviotas.

Rindieron, dicen, su homenaje a Marcelino y a la que fue su compañera Josefina Samper, visitadora de todas las cárceles por las que pasó nuestro luchador antifascista. Por eso creo que no le debían rendir homenaje sino darle las gracias porque gracias a la lucha de Marcelino, en este país se alcanzaron las libertades y la democracia aunque unas y otra sean menospreciadas, en la actualidad, a favor de eso que unos, los de las rosas y los de las gaviotas llaman los "mercados".

Por eso creo que el mejor homenaje que se les puede rendir, tanto a Marcelino como a Josefina, es recordar su frase:

Ni nos domaron ni nos doblaron ni nos van a domesticar

Siempre adelante y siempre a la izquierda

Gracias Marcelino porque has contribuido a que yo sea como soy (ni domado, ni doblado, ni domesticado).

Canción de Victor Manuel "Marcelino"

No hay comentarios:

Publicar un comentario