CENTENARIO DE MIGUEL HERNANDEZ
30 de Octubre de 1910
Nace en Orihuela Miguel Hernández. Muchos han sido quienes le han bautizado como el pastor poeta, el poeta de la izquierda o el del Frente Popular aunque quizás, parafraseando a Antonio Machado solo habría que haberle definido como “el hombre bueno que conversaba con ese hombre que siempre iba con él”.
Fue otra de las personas a la que se le llevo la parca, seguramente, para besarle la noble calavera, como el propio Miguel escribiera en le elegía a su amigo Ramón Sijé pero quizás fue de las personas más injustamente arrebatada a la vida.
En 1939 intenta cruzar la frontera con Portugal pero es detenido por la policía del dictador portugués Salazar que lo entrega a la guardia civil fascista de Franco.
Va a parar a la cárcel de Sevilla desde donde es trasladado a la cárcel de Torrijos en Madrid de la que es liberado gracias a las gestiones realizadas por, su buen amigo, Pablo Neruda.
Vuelve a Orihuela y es delatado, hecho preso y trasladado a Madrid donde es condenado a muerte en marzo de 1.940. Se le conmuta la pena de muerte por la de treinta años de prisión. De aquí pasa a la prisión de Palencia y desde ésta al penal de Ocaña hasta que en 1941 es trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante. Enferma de bronquitis, tifus y, por último de una tuberculosis que, al no ser curada por el personal médico del Reformatorio, acaba con su vida el día 28 de marzo de 1942.
Miguel Hernández, cuyo rayo no cesaba, no murió de ninguna de las enfermedades que se citan más arriba. Miguel Hernández… murió asesinado de la muerte más cruel que nos puede matar, Miguel Hernández murió de fascismo aunque todas las personas de bien le guardamos en nuestra memoria y además ¿quién puede matar al viento del pueblo?
Por eso aunque la derecha, extrema diría yo, y la “psoeizquierda” , perdón, pseudo izquierda han escamoteado una verdadera ley de la memoria histórica porque aunque le rindan homenajes Miguel no era un muerto de ellos y, por más que lo intenten nunca nos lo arrebatarán.
30 de Octubre de 1910
Nace en Orihuela Miguel Hernández. Muchos han sido quienes le han bautizado como el pastor poeta, el poeta de la izquierda o el del Frente Popular aunque quizás, parafraseando a Antonio Machado solo habría que haberle definido como “el hombre bueno que conversaba con ese hombre que siempre iba con él”.
Fue otra de las personas a la que se le llevo la parca, seguramente, para besarle la noble calavera, como el propio Miguel escribiera en le elegía a su amigo Ramón Sijé pero quizás fue de las personas más injustamente arrebatada a la vida.
En 1939 intenta cruzar la frontera con Portugal pero es detenido por la policía del dictador portugués Salazar que lo entrega a la guardia civil fascista de Franco.
Va a parar a la cárcel de Sevilla desde donde es trasladado a la cárcel de Torrijos en Madrid de la que es liberado gracias a las gestiones realizadas por, su buen amigo, Pablo Neruda.
Vuelve a Orihuela y es delatado, hecho preso y trasladado a Madrid donde es condenado a muerte en marzo de 1.940. Se le conmuta la pena de muerte por la de treinta años de prisión. De aquí pasa a la prisión de Palencia y desde ésta al penal de Ocaña hasta que en 1941 es trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante. Enferma de bronquitis, tifus y, por último de una tuberculosis que, al no ser curada por el personal médico del Reformatorio, acaba con su vida el día 28 de marzo de 1942.
Miguel Hernández, cuyo rayo no cesaba, no murió de ninguna de las enfermedades que se citan más arriba. Miguel Hernández… murió asesinado de la muerte más cruel que nos puede matar, Miguel Hernández murió de fascismo aunque todas las personas de bien le guardamos en nuestra memoria y además ¿quién puede matar al viento del pueblo?
Por eso aunque la derecha, extrema diría yo, y la “psoeizquierda” , perdón, pseudo izquierda han escamoteado una verdadera ley de la memoria histórica porque aunque le rindan homenajes Miguel no era un muerto de ellos y, por más que lo intenten nunca nos lo arrebatarán.
Para la libertad Miguel Hernandez Joan manuel serrat
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