VERGÜENZA

El 6 de noviembre de 1975 se inicia la llamada "marcha verde". Cuando todavía faltaban unos días para la muerte del dictador Franco, el Estado español, abandona al pueblo saharaui, cuya ciudadanía tenía nacionalidad española, con D.N.I. español, a la rapiña del rey marroquí Hassan II de Marruecos.

A partir de esa fecha y de las resoluciones de la O.N.U. que pugnan en varias ocasiones por la defensa del pueblo saharaui, el estado español, vende y revende, aprobando, con su silencio, las constantes violaciones a los derechos humanos que viene sufriendo el pueblo saharaui a manos de la dictadura monárquica, primero de Hassan II y después de su hijo, el mismo que arroja a sus compratiotas marroquís a las, tan tristes, pateras de la emigración, Mohamed VI.

En 1975, se establece en Madrid una administración, temporal, constituida por España, Mauritania y Marruecos, sin representacaión alguna del pueblo saharaui.

El 26 de febrero de 1976, el estado español abandona el Sahara Occidental y el Frente Polisario proclama la R.A.S.D. (República Árabe Saharaui Democrática). Los distintos gobiernos españoles: los de Adoldo Suárez, el de Leopoldo Calvo Sotelo, los dos de Felipe González, los otros dos de José María Aznar y los otros dos de José Luis Rodríguez Zapatero, abandonaron a su suerte al pueblo saharaui. Solo les han interesado a cualesquiera de ellos, las riquezas minerales de la zona (fosfatos, petróleo y gas natural) y la mano de obra barata aportada por el pueblo marroquí obligado por sus dos reyes, desde la marcha verde hasta hoy, en la agricultura y en la construcción que creo nuestra burbuja inmobiliaria, apoyada por la gran banca española, y la gran crisis económica que estamos soportando.


Mientras tanto, los pueblos saharaui y marroquí siguen sufriendo la dictadura de Mohamed VI, los unos sin su, legítima patria y los otros obligados a la emigración para que sus familias puedan sobrevivir al despotismo de su monarquía.


Por eso creo que, para ambos pueblos, lo mejor sería que derrocasen a la, tiránica, momarquía de Mohamed VI y que entre los dos lograsen un entendimiento, de no ser así, supongo que los saharauis sequirán muriendo a manos del ejército del dictador y el pueblo marroquí seguirá muriendo en el estrecho, en esas pateras que no les llevan a esa gran Europa que les da la espalda, cuando sobra mano de obra en el campo español o en las empresas de la construcción de algún español.

Sé que parece que hablar de lucha de clases está pasado de moda pero también sé que si los pueblos, en este caso el saharaui y el marroquí, luchasen juntos contra la tiranía, en este caso, de Mohamed VI, todos y ellos los primeros viviríamos en un mundo mejor y mas justo.


Entretanto doña (para no ofender) Trinidad Jiménez que es ministra de asuntos exteriores (del gobierno del PSOE lo cual tiene su gracia) se atreve a decir, en referencia al bombardeo y saqueo, por parte de policía y ejército marroquí uí del campamento de la Dignidad: "lo más fácil hubiera sido hacer, quizá, una condena inmediata", pero apostilló: "¿Y de qué nos serviría? ¿El Gobierno estaría en condiciones después de seguir siendo interlocutor entre las partes (Marruecos y Frente Polisario)?".

Efectivamente, señora Jiménez, como de poco va a servir, como ustedes actuán frente a la tiranía de la monarquía marroquí como lo hacen frente a la israelí ¿qué más da muerto o muerta, más o menos?

Por cierto ¿no piensa hacer nada el gobierno español, cuyo presidente es el señor Zapatero, ante la prohibición de entrada a territorio "marroquí" del eurodiputado español Willy Meyer y de la también prohibición de entrada al también territorio "marroquí" de los periodistas españoles?

Quedensé doña Trinidad y don José Luís en aquello de que "son un gobierno responsable que cuida de los intereses españoles"... quédense ahí... los muertos y muertas, también niños y niñas... ya los ponen ellos.


En ocasiones así me gustaría ser apátrida como los saharauis sin país o como los marroquís arrojados a las pateras de la muerte.

Ismael Serrano participa en un concierto en solidaridad con Aminetu Haidar. Rivas Vaciamadrid. Sáhara Libre.